Eliminando de la cadena cinemática los sistemas de transmisión hidráulica, tanto en propulsión como en dirección, las transmisiones ACT entregan la máxima potencia a las cadenas permitiendo al vehículo un excelente control y maniobrabilidad.
El sistema de propulsión de las transmisiones ACT es un sistema de cambio de 32 marchas controlado electro-hidráulicamente. La relación entre la marcha más larga y la más corta es de al menos 20. Las marchas pueden ser agrupadas en una o más gamas, cada una de las cuales está adaptada a diferentes maniobras y tipos de terreno, en función de las necesidades del cliente.
La dirección está controlada por un sistema "steer by wire" permitiendo un control óptimo del vehículo a alta velocidad, así como en virajes extremos. Permite pivot y pivot neutral. Con este sistema, el esfuerzo demandado al conductor no viene marcado por el mecanismo de dirección, lo que permite una conducción agradable sin someter al conductor a fatiga.
Mediante el control electrónico del sistema de control de frenos, junto con el control electrónico de cambio y la dirección “steer by wire” las transmisiones ACT están preparadas para dotar a los vehículos que las incorporan de capacidad de conducción autónoma.
Con las transmisiones ACT, con unas relaciones de cambio superiores a 17:1 y un 90% de eficiencia, la operación en condiciones de demanda máxima de par pueden ser llevadas a cabo de una manera suave y precisa.
La alta eficiencia inherente a esta tecnología proviene de la eliminación de elementos de transmisión hidráulica, lo que requiere una potencia del motor significativamente menor. Esto proporciona un incremento de movilidad al vehículo, reduce el ruido y optimiza el consumo de combustible.
La alta eficiencia de la transmisión se mantiene en todas las condiciones de uso. Como ventaja adicional derivada de esta característica es la reducción del sistema de refrigeración y que el vehículo no tiene condiciones en las cuales pueda sufrir un sobrecalentamiento causado por la transmisión.
